domingo, 12 de abril de 2020

Assassin's Creed -PS3-

Ubisoft nos trajo en la época de PS2 una inolvidable trilogía con la saga de Prince of Persia. Con la llegada de la nueva generación y la potencia que ofrecía la nueva máquina de Sony, se dispusieron a iniciar una nueva franquicia. Hablamos del primer Assassin’s Creed, en principio, exclusivo de PS3.

Aunque no tardó mucho en pasarse a las otras consolas de sobremesa. Fue bien recibido en temas generales por su mecánica de juego libre y su historia.



Año 2012, un joven llamado Desmond Miles es capturado por una compañía llamada Abstergo. Estos han desarrollado una máquina llamada el Animus, que permite al usuario revivir los hechos de sus antepasados. Abstergo está muy interesado en un recuerdo concreto, pero la máquina no es tan simple y necesita mejor interactuación con el usuario para acceder a dicho recuerdo. Así que reviviremos los hechos más importantes en la vida de Altaïr Ibn-La'Ahad, un asesino de la época de las cruzadas.


Aunque controlaremos a Desmond varias veces en el juego, pudiendo inspeccionar las 3 salas donde nos tienen encerrados, podremos interactuar un poco con el entorno y ser capaz de ver algunos emails privados, escuchar conversaciones ajenas o tendremos charlas con nuestros captores, que nos harán entender un poco que está pasando, sin llegar nunca a confirmarnos nada. Y es que algo que hace bien AC, es influir un misterio tras otro, con diversos hilos y frentes de los que debemos tirar para que nos cuadre la historia.

Pero la historia de verdad, el juego en sí, se desarrollará en la época de las cruzadas mientras controlamos a Altaïr en uno de los sucesos más increíbles de su vida. Todo empieza cuando, tras una misión fallida por su parte, en la que la hermandad de asesinos sufre un peligroso contraataque, es relegado de rango hasta ser de un nuevo novicio. Pero nuestro líder, Al-Mualim, nos otorga 9 nombres con los que limpiar el nuestro. 9 personas que robaron un objeto de gran valor que ahora se encuentra en poder de Al-Mualim, pues es más peligroso de lo que aparenta ser. Un artefacto dorado.


En un mundo totalmente abierto, recorreremos las 4 ciudades que componen el juego: Masyaf, la ciudad de los asesinos; Damasco y Jerusalem, que se encuentran en manos del musulmán Saladín, y Acre, ciudad recién conquistada por el rey Ricardo, que intenta liberar Tierra Santa. Estas 4 ciudades se encuentran en los límites del mapa que llamaremos, el mundo. Una vasta zona casi desértica, pero con puestos de vigía de ambos bandos enfrentados, poblados campestres, y ruinas de antiguas fortalezas. Toda esta extensión, que es muy grande, podremos recórrela con el caballo.

Toda esta extensión de mapas están plagadas de enemigos, que, a menos que los provoquemos entrando en zonas prohibidas o los ataquemos, nos dejarán pasar. Una misión secundaria de importancia es la de sincronizarse con las atalayas, que nos revelarán trozos del mapa y de las ciudades, así como también nos indicarán el lugar de las misiones para continuar la historia.

Entre otras tareas de carácter secundario, están la recogida de estandartes, una tarea larga y muy pesada, ya que, algunos, están muy escondidos, son muchos y no hay nada en el juego que te indique donde están. Contando con la precaución de que si cogemos muchos seguidos, corremos el riesgo de que no “cuente” alguno, el juego tiene algunos fallos en este sentido. La otra tarea secundaria es la de derrotar a los Templarios, unos guerreros extremadamente complicados, que se les reconocerá por su casco rojo bermellón y sus ropas rojiblancas, con la cruz del señor en ellas. Insisto en que si matamos a uno y acto seguido nos matan, es posible que tampoco contabilice, haciendo que sea complicado llegar a completar el 100% del juego.


Las tareas principales suelen seguir la misma pauta: vamos a la casa de los asesinos, nos dice en que lugares buscar las misiones, las resolvemos hasta que tenemos el plan preparado, volvemos a la casa de asesinos y finalmente, llevamos a cargo el plan para asesinar a nuestro objetivo. Entre medio podemos hacer lo que queramos, buscar otras misiones paralelas, derrotar enemigos, buscar estandartes o disfrutar de las vistas.

Para cada uno de los 9 objetivos principales, existe una manera de asesinarlos sin llamar la atención, pero requiere saber que hacer y para ello, lo mejor es completar todas las misiones, además, tienen un carácter bastante distinto de todas las secundarias. Que básicamente, siguen todas la misma pauta: asesinar o perseguir un objetivo, asesinar sin que nos vean o robar unos documentos, algunas veces incluso contrareloj. Las principales nos obligan a entrar en edificios, a perseguir al villano que escapa o a entrar en una fortaleza bien escudriñada.


Las habilidades de nuestro asesino no son pocas, pero están muy limitadas, según progresemos en la historia iremos recuperando nuestro rango y también los enemigos estarán más alerta. Podremos luchar con nuestra espada o con nuestro cuchillo, también tendremos la hoja oculta para los asesinatos sigilosos o los cuchillos lanzadores para asesinar a distancia.

Los combates son bastante complicados, basando todo el combate en contraataques, pero mientras aún no dominemos esta habilidad, tendremos que recurrir a matar antes de que nos maten y cubrirnos cuando nos vayan a atacar. Enfretarse a los templarios (enemigos opcionales) desde el principio es el equivalente a suicidarse. Podemos elegir si queremos actuar en perfil alto (pulsar L1) o perfil bajo, que vendría a ser el sigilo. Con ello correremos más lento o más rápido, podremos escondernos de los guardias en los montones de paja o entre la multitud, así como podremos camuflarnos entre los sacerdotes. Lo único que no podemos hacer es nadar, así que si caes al agua, morirás.


No ofrece una buena rejugabilidad, pero el juego es interesante y se soporta por su intrínseca y misteriosa historia. Un apartado al que se le debe conceder el beneficio de la duda, son sus gráficos, ya que para ser el comienzo de PS3, el resultado era agradable, grandes paisajes, diferentes lugares y escenarios. Como un puerto, la llanura, ruinas de una ciudad pobre, etc. Pero no deja de tener mucho popping (objetos apareciendo de la nada) o personajes a veces mal formados o que se doblan por la mitad al apuñalarlos. En términos generales AC es una aventura cuyo aspecto está muy cuidado, y que pocos fallos se le pueden “achacar” para ser el principio de la nueva generación.

El apartado sonoro recibe una mejor valoración. Entre sonidos, melodías y arreglos de estas mismas, la banda sonora está compuesta por casi 3 horas y media de música de ambiente fabulosa, aunque pasa un poco desapercibida por lo poco llamativa que resulta. Sin embargo, el efecto que crea, esa sensación de bienestar, lo hace de buena manera, y añade nuevas canciones de tonos fuertes durante las persecuciones. Los sonidos son menos detallados, pero igual de inteligentes, como el menú del Animus o los cascos de los caballos al cambiar de tierra a piedra.

No son aspectos que se convirtieran en lo mejor visto en una consola, pero eran agradables y muy acertados. Las voces están en castellano, y debo decir que quedé encantado con su doblaje, el trabajo era uno de los más laboriosos que había podido ver en un videojuego.


VALORACIÓN FINAL:

Gráficos: PS2 tenía algunos juegos de última instancia que superaban a AC en el aspecto de las caras y los rostros faciales, pero el juego lo soluciona con cámaras o vistas alejadas que te enseñan solo lo que ellos quieren que veas y, le da un toque personal e interesante. Sus paisajes son hermosos y la calidad de las ciudades alta.

Sonido: El doblaje estaba muy trabajado y los tonos de voz de algunos personajes, eran de verdad, sensacionales. La música se debe decir que es muy buena realizando su trabajo, crear un ambiente de misterio o bienestar, cautivando con acordes más excepcionales cuando realizamos los trabajos de la historia.

Jugabilidad: El sistema de combate de este primer AC es algo tosco, bastante "tanque" pero ahí radica su interés, en dar sentimiento de realidad a los enfrentamientos. Al menos tenía una dificultad apropiada y un buen trabajo al realizar los movimientos del personaje. La escalada, las batallas, el sistema de sigilo… el problema es que hay miles de misiones iguales y se hace pesado y repetitivo.

Duración: Viene a durar menos que otros juegos de aventura, pero sus 10 horas parecen unas cuantas más, una vez terminemos el juego podemos repetir cualquier fragmento de la historia, por si nos hemos dejado alguna memoria o por si queremos buscar alguno de los extras.

Historia: Si tiene algo bueno este juego, sin duda es el argumento. El desarrollo está muy cuidado y poco a poco vemos más humanos a aquellos que parecen ser monstruos de la sociedad. Al tratarse del primer juego nos mostraba lo justo para mantenernos enganchados pero se atrevía a contar una historia de redención desde el punto de vista de alguien que, adoctrinado desde jóven, abre los ojos a nuevas verdades que le hacen dudar de su camino.


La primera aventura de la franquicia AC, fue bastante trabajada en su momento y la historia da mucho gusto jugarla. Sin embargo, aunque las voces son buenas, son muy pocas, apenas intervienen 10 dobladores en todo el juego. Los gráficos son mejorables en algunos aspectos y sobretodo, es un juego que se hace repetitivo, las misiones de preparación de los asesinatos principales son siempre iguales, y solo las más importantes de la historia, 12 en concreto, son realmente, lo único que merece la pena jugar.

Aun así, debemos decir que fue el primer juego de una franquicia que aprendió de sus errores y nos mostró una secuela muy por encima de esta primera aventura.


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