martes, 1 de mayo de 2018

Far Cry 3 -PS3-

La compañía Crytek siempre ha mostrado unos magníficos shooter en 1º persona, cargados de acción, adrenalina y momentos épicos, Far Cry 3 es uno de esos, ofreciendo una amplia isla para recorrer a gusto y con una historia muy interesante en el que la locura es parte importante de ella.

Conocidos por sus grandes obras en PC y su realización más valorada, el sistema gráfico Cry engine, Crytek, fundada por tres hermanos destacó desde el principio con Crysis, sentando las bases de sus juegos más importantes, centrados en la acción a diferentes escalas, sigilo, acción pura o una mezcla de ambas. De ahí surgiría Far Cry, el cual es parecido con toques roleros pero inspiado en un mapeado con completa libertad de movimiento.


Nosotros somos Jason Brody, un joven alocado que ha viajado con sus amigos a unas islas tropicales a pasar los mejores días de su vida, pero todo eso se verá truncado cuando unos piratas locales nos secuestren y maten a nuestro hermano. Tras recibir el poder de los Rakyat, nos embarcaremos en una misión de rescate-venganza, con-contra nuestros amigos-los piratas, en especial su líder, Vaas. Aquel que simboliza el juego mostrándose en la carátula.

En la isla y en la historia en sí tiene mucho peso el factor de la locura, yo diría que es el juego en el que más veces nos han drogado nunca, pero dejando eso de lado lo que parece una historia tan simple se ve alterada por personajes carismáticos, secundarios importantes que te ofrecen misiones, incluso ayudas a los enemigos para acercarte a tus amigos. Mientras fortaleces tu fuerza con los Tatau, los tatuajes de los rakyat que les conceden poderes.


Jason experimenta una evolución de forma prolongada, nos involucra con su forma de ser y en como resuelve los conflictos. La locura florece en él al contacto con los personajes que le ayudan y, sobretodo, con su interacción con el villano. El crecimiento del personaje se dirige hacía una futura intersección que mostrará su auténtico ser, la manera en que ha cambiado.

Es un tema recurrente el decir que los juegos nos insensibilizan al darnos en bandeja la muerte y no dar a los enemigos más objetivo que el de ser dianas móviles. GTA es una burla exagerada de esto, el aprovechamiento de las "conspiraciones recurrentes" del mismo modo trata a la violencia. Cosa que el juego que comentamos también hace y lo hace de la forma correcta. Ofreciendo al jugador, al controlador de Jason la posibilidad de tomar un camino diferente en el punto final de la historia.

¿Cedemos a la locura? ¿Nos convertimos en un asesino definitivo, en un guerrero letal? ¿O buscamos el camino de la redención? ¿El aceptar que lo que hemos hecho esta mal? Creo que Far Cry tiene un guión correcto, que retrata bien la violencia en un juego y, que si nos paramos a pensar, eleva a un buen nivel los objetivos a los que otros juegos aspiran.


Ahí entramos ahora, el juego cuenta con un sistema de "niveles" al alcanzar un nivel se obtiene un punto de exp. para gastarlo en la habilidad que quieras repartidos en 3 ramas, Garza (movimientos más rápidos, mejor velocidad, portar más armas) Tiburón (asesinatos poderosos, mejoras de vida) y Araña (asesinatos y sigilo) matando enemigos recibiremos exp. Para mejorar nuestro equipo hay que hacer otra cosa, la isla entera esta llena de animales: perros, ciervos, jabalíes, tiburones o incluso tigres, matándolos y despellejándolos, recibiremos tipos de cueros para poder mejorar nuestra mochila, llevar más balas, dinero o jeringuillas (para curarnos, hacernos invencibles o ignífugos cierto tiempo, etc.) Para crear los jeringuillas deberemos recoger plantas que también hay repartidas por toda la isla.

Como cualquier Shooter: apuntas y disparas, el uso del machete (muy importante a lo largo del juego) es con una de las setas del mando. La isla está llena de misiones secundarias, como cazar animales raros con un tipo de arma concreta, o asesinato perfecto, que es asesinar a los objetivos solo con el machete; también tienes las misiones extra, como llevar los suministros médicos a tal sitio en cierto tiempo, o asusta a ciertos tipos para que le paguen al cobrador, etc. Contamos además con los minijuegos, cosas como jugar al poquer, lanzamiento de cuchillos, carreras o dispara al "pato", si, he dicho pato. Incluso encontraremos misiones de plataformas y ni un solo tiro en ellas.

Tenemos además la opción de conquistar guaridas, estas están abarrotadas de enemigos y deberemos matarlos, en silencio o no, para conquistarlas, es preferible que si vas a ir a saco al menos desconectes las alarmas o llegarán un puñado de tíos duros, y eso al principio del juego es bastante difícil. Con las guaridas desbloqueadas, además de que desparecerán los enemigos de la zona, podremos ir directamente a esa guarida desde la sección del mapa, para movernos más rápido por la isla. Si no, tendremos que ir a pata o usando los vehículos que encontraremos por todo el lugar, como el Seat 600 (bueno ese modelo no pero si uno parecido), buggys, quads, todoterrenos, lanchas, barcos, tirolinas o parapentes. El control de los coches es bastante complicado cuesta acostumbrarse a que giren tanto y una pequeña piedra los desequilibre.


También podemos destacar sus gráficos, mientras que los personajes del entorno son muy flojos, los personajes importantes o secundarios se llevaron un buen pellizco de trabajo, sin embargo la verdadera obra es el entorno en sí, ofreciendo un mapeado tropical muy bien recreado: el sol y la luz junto con las sombras encajan bien, las animaciones del fuego y el agua también son aceptables incluso en el caso de algunos animales.. Además el juego esta totalmente al castellano y eso siempre hace que se disfrute más.

Seguimos con los modos multijugador, un cooperativo para 4 personas y 5 misiones bien diferentes con su propia historia, muy chulo. Un competitivo por equipos o en solitario contra todos, con la única exclusividad de una cinemática tras la batalla en la cual el que mejor rango halla obtenido en ambos bandos aparecerá, podremos selecionar varios tipos de perdones, como abrazo hermano o aplauso lento, como respeto a nuestro rival, o humillaciones como darle una paliza o dispararle a bocajarro.

Eso si, algo que no perdono es su BSO, solo 5 canciones exactas me han parecido buenas (descartemos por un momento que no sea un entendido de música), el resto son canciones o sonidos vacíos, faltos de ritmo o ganas, sin hablar de las canciones de la radio... totalmente pasables.


VALORACIÓN FINAL:

Gráficos: El entorno es precioso, toda la isla tiene una vegetación viva, y aunque los animales están bien tienen un enfoque de gráfico distinto. Lo mismo puedo decir de los personajes, los protagonistas y secundarios están muy bien, pero los enemigos son un copia y pega de manual.

Sonido: Apartado sonoro tópico del que solo destacaría un par de canciones sueltas, es muy pasajera, ni te enterarás que está ahí.

Jugabilidad: Gran libertad, acción desmedida y minijuegos a raudel. Entre los coleccionables y los asaltos a las guaridas pasarás el rato, pero luego tomarás las misiones de la historia y te quedarás muy satisfecho con las escenas y, su impresionante puesta en escena, como la misión del lanzallamas... si habéis jugado sabréis cual digo.

Duración: Aunque lo más largo que tendrás que hacer será los coleccionables, no se trata de una historia realmente corta, y hay mucha variedad de misiones para que no se te haga pesado en ningún momento.

Historia: La violencia, eso es de lo que trata está historia. Más que solo un héroe que toma venganza contra el villano que odia, este le involucra en su mundo, le hace participe de que no son tan diferentes si nuestro protagonista decide rendirse a sus palabras. Experimenta visiones, casi muere repetidas veces, todo eso le lleva a un estado autómata del cual debemos decidir si escapar es lo correcto, o lo necesario.




Que no os engañe el último párrafo del análisis, el juego es tremendo. Como juego de acción, más allá de que me haya parecido que tenga un buen guión, cumple con matrícula. Vehículos, disparos, explosivos y fuego, los animales que te molestarán todo el tiempo y personajes a cada cual más carismático, hay dos americanos que son unos malditos genios. Se disfruta sin quererlo, y aunque al principio pueda molestar algunas cosas, lo cierto es que se repasan y al final te acostumbras.

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