Dentro análisis...
La bancarrota de Square Co. Era inminente, pero el director Hironobu Sakaguchi, decidió llevar a cabo su juego “final”, en un mundo de “fantasía”. Alegando que prefería una bonita historia a un juego de acción. El resultado fue uno de los RPG más influyentes de la historia y el inicio de una de las sagas más míticas dentro del género y del mundo de los videojuegos.
Final Fantasy

El aire es denso, el mar se agita, la tierra se pudre… el mundo entero está cambiando, desde la llegada hace mil años del primero de los demonios. Uno tras otro han ido apareciendo y han transformado la bella tierra en un lugar repleto de monstruos y de peligros.
Pero no todo está perdido, está escrito que aparecerán 4 jóvenes de una lejana tierra y que reestablecerán el orden con los cristales de poder. Ellos son los guerreros de la luz, que se enfrentarán a los mayores peligros conocidos para poder devolver la esperanza al mundo.

Al principio del juego elegiremos los oficios de nuestros 4 personajes: Guerrero, ladrón, Monje, mago blanco, negro o rojo. Cada uno con sus estilos de combate, el ladrón es rápido, el guerrero resistente y los magos son capaces de usar magia, uno blanca el otro negra. El mago rojo es una mezcla de ambos pero sin llegar a ser tan poderoso como los especialistas.
Tras una primera corta campaña en la que el Rey nos pedirá rescatar a su hija, Sara, de las manos de un antiguo general que ha sucumbido a la oscuridad, Garland. Empezará nuestra historia, una aventura en la que se respira fantasía y magia por sus 4 costados. Visitaremos ciudades de humanos, de elfos, de enanos e incluso de dragones, una vez avanzada la campaña.
Las ciudades van siendo cada vez más grandes y bellas conforme avancemos y las hay de varios tipos. Una ciudad destrozada, una amurallada, una cueva o una hermosa ciudad en medio del bosque. Los entornos son un poco variados, hay terreno de llanura, desiertos o bosques. En general, los entornos interiores se destacan con dos niveles, uno en el que estamos y otro que son los lugares donde podemos entrar. Representados con sus respectivos techos blancos.

En las ciudades encontraremos las tiendas en las que comprar armas y armaduras; objetos para curarnos malestados y la vida; las tiendas de magia para poder aprender hechizos o el templo, para los que habéis jugado Golden Sun, entended que este templo es igual. Por un módico precio podremos resucitar al compañero caído en combate, ya que no existen los objetos para revivir y la magia conocida posteriormente como lázaro (Life, en este juego) es una magia de alto nivel que se aprende más tarde.
En cuanto a los entornos exteriores ya hemos dicho que se van cambiando, y durante la historia, nos veremos frente a mazmorras complicadas. Pequeñas al principio, pero más amplias hacia el final. La premisa del juego inicial, es superar estas mazmorras derrotando a los enemigos para poder hallar un objeto importante con el que podremos conseguir uno de los vehículos para poder llegar a la mazmorra que contenga el cristal siguiente. Algunos ejemplos son el barco, la canoa o, finalmente, el barco volador.

Es imprescindible ir hablando con los distintos NPCs que nos vayamos encontrando, ya que ellos serán los que nos den las pistas para encontrar el siguiente objeto importante. Muchas veces nos tocará pegar unas cuantas vueltas para poder encontrar el sitio al que tenemos que ir. Y no todo va a ser un camino de rosas.
Por el camino nos esperan incontables peligros. Temibles monstruos que nos pondrán la cosa difícil, muy difícil al principio. Las opciones son variadas pero pocas, sobre todo al principio, ya que no puedes revivir personajes. El veneno es un malestado BRUTAL, tu personaje sucumbirá a él con casi total seguridad. Y la cantidad de daño es demasiado aleatoria. Solo he podido descubrir una debilidad elemental en todo el juego. El dolor que sienten los no muertos cuando son achicharrados con un Fire.

Hay veces que la dificultad roza lo ridículo, con jefes finales cerca del principio que tienen magias que matan de un golpe. De hecho, en el juego, hay mínimo 8 magias que matan de un golpe. Todas ellas idénticas pero de distintos niveles. ¿Y qué es esto de distintos niveles?
Pues es algo que no he visto a menudo en un RPG, la magia se divide en 8 niveles, pudiendo solo tener 3 de cada nivel, aunque hay 4 o 5 tipos de magia por nivel. Lo bueno de este sistema es que puedes usar magias de nivel 1 sin gastar puntos de magia de nivel 6. Así puedes reservarte esos hechizos más poderosos para otros combates más complicados.
Por poner un ejemplo, en el nivel 1 del mago negro tenemos Fire y Thunder entre otros, y en el nivel 2, Ice. Pues si usamos un punto de Fire o Thunder, no bajará los puntos de Ice. Y podremos usar Ice cuando se nos acaben los puntos de Fire o viceversa. Según subimos de nivel desbloqueamos más puntos y cada magia solo gasta 1. Así que si llegas al nivel máximo es posible que puedas usar 8 veces una curación grupal muy necesaria.

Por supuesto hay otros tipos de magia, como Quick para mejorar la rapidez o Nebul, que sube la defensa física. Así como también hay malestados variados: parálisis, ceguera… pero el peor de ellos es veneno. Durante los combates, la cantidad de vida que quita es absurda, y fuera de ellos va quitando un punto por cada paso que das. Por suerte se pueden comprar antídotos desde el principio del juego… si tienes dinero para ellos.
Otro tema que se me olvido comentar de las ciudades y que hace aumentar la dificultad, es que no puedes guardar cuando quieras. Solo cuando visitas una posada o, en su defecto, cuando utilizas una tienda de lona o una cabaña al aire libre. Así que ten cuidad no vayas a guardar una partida con solo un personaje vivo muy alejado de una ciudad porque puede significar tu final. Como también puede serlo no guardar bien el dinero para resucitar a estos compañeros caídos.

Otro punto que no gustará a casi nadie es la cantidad limitada de armas y armaduras que puedes llevar. Solo 4 por personaje. Para las armas no pasa nada, porque llevar 3, (1 buena y dos de reserva) es algo casi normal. Pero para las armaduras es un fiasco porque no sabrás bien cual desechar o vender para poder pillar, tal vez, una peor de un cofre.
Respecto a los apartados gráficos y sonoros, ya he mencionado, los mapas coloridos y la cantidad de entornos que visitaremos, así como también se respetan la forma y los detalles que hacen diferentes a cada raza de los pueblos, como a los de los mosntruos. El sonido es algo que suena a viejo. Es una banda sonora que no llega a la media hora si a cada canción le ponemos 2 min y medio. No dejan de ser unas melodías placenteras y mágicas. Que además cuentan con algunos de los temas que más tarde se convertirían en la propia esencia de la saga más llamativa de Square. (Final Fantasy Theme) Lástima, por ejemplo, que no haya distinción alguna entre la canción que suena al pelear contra bichos normales y contra los jefes finales. (Fight Theme)
NOTA FINAL:
Gráficos: No puedo decir que sean lo mejor que he visto, o lo que mejor se ha visto en su consola, aún así tiene tantos entornos coloridos y lugares llamativos y bellos que me ha podido esa nostalgia a una fantasía alegre y divertida.
Sonido: Otro apartado que puntuó bien pero sin llegar a notable. La música de FF I es entrañable y especial. Pero en futuros remakes se corrigieron sus distintos errores, algunos bastante obvios, como varias canciones para los combates.
Jugabilidad: El sistema de juego por turnos me sigue pareciendo elegante hoy día, las batallas aleatorias quizá sea lo más asqueroso ya que salen en cuantiosas cantidades, y su dificultad es demasiado variada y estrambótica. Aun así el sistema de niveles de las magias y la cantidad de opciones en los combates son la misma esencia de la saga.
Duración: Debido a su extraña dificultad y a la de vueltas que das buscando el nuevo objetivo, la duración del juego se dispara. Pudiendo llegar a tales 25-30 horas. No tiene secretos de ningún tipo, solo un enemigo secreto que sale como enemigo normal, ni tampoco tiene extras, pero es divertido probar a hacer una nueva partida con nuevos oficios en los personajes.
Gráficos: No puedo decir que sean lo mejor que he visto, o lo que mejor se ha visto en su consola, aún así tiene tantos entornos coloridos y lugares llamativos y bellos que me ha podido esa nostalgia a una fantasía alegre y divertida.
Sonido: Otro apartado que puntuó bien pero sin llegar a notable. La música de FF I es entrañable y especial. Pero en futuros remakes se corrigieron sus distintos errores, algunos bastante obvios, como varias canciones para los combates.
Jugabilidad: El sistema de juego por turnos me sigue pareciendo elegante hoy día, las batallas aleatorias quizá sea lo más asqueroso ya que salen en cuantiosas cantidades, y su dificultad es demasiado variada y estrambótica. Aun así el sistema de niveles de las magias y la cantidad de opciones en los combates son la misma esencia de la saga.
Duración: Debido a su extraña dificultad y a la de vueltas que das buscando el nuevo objetivo, la duración del juego se dispara. Pudiendo llegar a tales 25-30 horas. No tiene secretos de ningún tipo, solo un enemigo secreto que sale como enemigo normal, ni tampoco tiene extras, pero es divertido probar a hacer una nueva partida con nuevos oficios en los personajes.
El juego que lo comenzó todo, una aventura fantástica, divertida a ratos y desquiciante otros tantos. Atrae de él sus mapeados y lugares, su interesante historia, los interminables combates, las peligrosas mazmorras… es difícil encontrar una razón para odiar este juego, que no sea su relativa dificultad y las vueltas que darás buscando el siguiente punto de la historia, si no eres de los que les gusta leer y pararse a ver que armas viene mejor, no es un juego que te atraerá. Por suerte con los años hemos tenido remakes, y el último, salido para la PSP, tiene decenas de extras y arreglos.

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